En mi ya algo lejana juventud, fui una lectora compulsiva de las obras de Stephen King. Leí El Resplandor, Carrie, Ojos de fuego, Cujo, Christine, La zona muerta, Los chicos del maíz, Cementerio de animales, La niebla, Misery, La milla verde… Intenté leer IT, varias veces, pero no fui capaz y a partir de ahí, perdí el interés por las obras de este hombre y no he leído nada de él desde el año 1985, si no recuerdo mal, hasta este año que he leído 3 relatos cortos. Área 81, publicado en marzo de este año y Dos historias para no dormir
Área 81.
Área 81, es un área de servicio abandonada y cerrada desde hace tiempo. Pete Simmons, un curioso niño de 10 años, decide ir con su bici hasta esta área abandonada donde sabe que los chicos mayores van para fumar, colocarse y montárselo con sus chicas. Y allí se encuentra una botella de vodka medio llena que decide probar. Pete acaba emborrachándose y se queda dormido, cuando despierta se encuentra con un extraño vehículo con la puerta abierta, y «hasta aquí puedo leer».
Me gustó mucho este relato, es muy corto, no llega a 100 páginas, se lee en un rato y tiene el estilo inconfundible de Stephen King.
Dos Historias para no dormir
Este pequeño libro de 119 páginas, contiene 2 relatos de Stephen King, inéditos en España, en el momento de su publicación, en una edición gratuita, que regaló la revista Qué Leer, hace unos 2 o 3 años, si no recuerdo mal.
La Balsa, de 1982, es una historia de 2 parejas de chicos, que una noche, para celebrar el fin del verano se suben a una balsa anclada en medio de una bahía, que se encuentra ya desierta, tras la marcha de los veraneantes , y una vez allí descubren una rara mancha en el agua. Es un relato muy flojito, lleno de los típicos tópicos de King y muy predecible.
El otro relato, Nona, de 1978, es un relato contado en primera persona por su protagonista, un joven que está en la cárcel, acusado de asesinato y que nos cuenta como llegó a estar en esta situación. Su versión difiere sensiblemente de la de los testigos. Este es un poco más interesante y original que el primero, aunque no para tirar cohetes.
En fin que el librito puede servir para llenar un rato perdido, un trayecto en tren o en autobús, pero poco más, para leer y olvidar al momento.
En cualquier caso, la lectura de estos 3 relatos cortos me he hecho recuperar las ganas de leer más cosas de Stephen King, tengo en mi lista de lecturas pendientes La cúpula y la serie La Torre Oscura, de momento. Ponerme completamente al día con él, leyendo todo lo que me he perdido desde el año 1985 hasta ahora, es una «Misión Imposible», dado lo prolífico de este autor